“La guerra contra el terrorismo” parece ser un lema muy convincente, pero siempre y cuando haya un hecho que confirme la razón para ser el que lo combate. Hasta el 2001 se creía que era un problema que tenía sede en medio oriente. Pero el atentado de las Torres Gemelas generó la reacción del gobierno estadounidense y la búsqueda indiscriminada del autor principal del delito…
Al igual que cualquier gran empresa, podríamos sospechar que los Estados poseen algo similar a un departamento de Marketing. Hay veces que varios gobiernos pedirían a gritos una estrategia para disuadir, estimular, atraer o inducir a los "consumidores", o en este caso "ciudadanos", para que piensen, reconozcan o acepten determinadas decisiones políticas.
Por lo tanto, no sería absurdo imaginar que en el 2001, se llevó a cabo la mayor campaña de marketing del mundo dirigida por un Estado, y con un objetivo final tan perverso como aquella operación. ¿Qué mejor estrategia de publicidad que derribarse las Torres más famosas de Nueva York, y así obtener una licencia para conquistar? Sin duda eligieron el mejor medio para difundirlo.
Tal vez, si las Torres Gemelas nunca hubiesen caído, la historia y la actualidad cambiarían drásticamente. Es posible que el pueblo yankee jamás hubiese dado su consenso casi unánime a su gobierno imperialista. Pero hay que leer el pasado y entender el presente. Los dos países más perjudicados con la caída de las Torres Gemelas, fortuitamente son Irak, poseedor de grandes pozos petroleros, y Afganistán, el país productor del 90% de opio en el mundo.
¿No sería este (EE.UU.), más que un estado de derecho, un estado de provecho?
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Hace 9 años
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